jueves, 20 de diciembre de 2012

Lo Profundo de la Banalidad. Cap. 2


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Capítulo 2: Llegando a lo desconocido

       Me acerqué y le toqué el rostro con un palito, ella se encontraba tirada sobre el barro, no se si estaba vestida o desnuda, a lo mejor lleva ropa o a lo mejor no. Quizás una blusa blanca manchada por la tierra o quizás no. La lluvia era intensa y ella no parecía moverse, yo seguí por unos minutos tocándole su pómulo con un palito.

        -¿De dónde vienes? Pareces perdida y muerta. ¿Estás muerta? Parece que lo estás porque no contestas cuando te hablo. Yo no creo en los muertos sabes, una vez vi morir a un hombre y resultó que estaba vivo. Desde entonces solo creo en los vivos y en los cuerpos inertes. Tú pareces un cuerpo inerte, como esa roca de ahí, aunque probablemente esa roca pese más que tu; tu piel parece más suave que la de la roca y probablemente ella permanecerá ahí más tiempo que tu cuerpo inerte.- Proseguí con mi soliloquio y dándole toquecillos en el pómulo con un palito.

       El agua de la fuerte lluvia se deslizaba por su pelo cobrizo, uno de sus mechones en concreto parecía como si hiciese brotar agua de su interior, al principio creí que era impresión mía, que el agua al caer generaba esa ilusión en su cabello, pero no, estaba brotando realmente, de uno de sus mechones comenzó a salir agua a borbotones, cada vez con más fuerza y no tardó en abrirse camino por el barrizal.
       Me separé de ella y a su lado pronto se formó un río que nacía de su cabello. ¡Es la primera vez que veo el inicio de un río! Su cauce fue en aumento, cada vez más ancho, cada vez salía más agua que ya la cubría a ella por completo, ya no era solo un mechón, ahora de cada pelo salía un torrente. Finalmente ella se transformó en el río, su cuerpo se fue disolviendo hasta que solo quedaron sus cabellos, y pronto se los llevó la corriente.
       El río huyó, salió corriendo tras el último de los mechones cobrizos.

        Caminé por el barro, con mi palito en la mano, siguiendo lo que hasta hace un instante era un río. Caminé en busca de un cuerpo inerte tal vez desnudo o tal vez no, a lo mejor llevaba una blusa blanca manchada por la tierra. Me aferré a mi palito y caminé, acompañado por mi, en busca de un pómulo pálido al que dar golpecillos.

lunes, 29 de octubre de 2012

Los Dueños del Gato


       Una copa de vino sobre la encimera. El gato que se acerca para olerla y la dueña que le deja. Al final todos los dueños dejan que sus gatos huelan sus copas de vino. O eso creen aunque en el fondo sepan que los gatos harán lo que les venga en gana. Los gatos por el contrario no se lo que saben, no se si saben que pueden hacer lo que les venga en gana o no, no se si saben que sus dueños son sus dueños, ni se si saben que son gatos.



       Anoche regresé a casa, al salir del trabajo fui con unos amigos a tomar algo y a jugar al billar. Hacía años que no jugábamos. Cuando llegué a casa me sorprendió la quietud. Marina solía estar viendo el televisor en el salón y ayer fue radicalmente diferente. Había una copa de vino sobre la encimera y el gato estaba lamiendo su contenido. Me acerqué para sacarlo de la encimera pero se asustó y tiró la copa. Por suerte no se rompió, pero el líquido goteaba hasta el suelo por el borde del mármol. El gato se sentó junto a la puerta y me observaba limpiar, estimo que en cierto modo se estaba riendo de mi y me dieron ganas de darle una patada en esa adorable cabecita. ¿Quién sería capaz de pegarle a su amado gato?

       Creí que Marina no estaría en casa al ver las luces del salón y la tele apagadas. Supuse que habría salido a dar un paseo. Cogí un vaso de agua y me senté en el sofá, para cuando intenté cerrar los ojos y relajarme escuche un jadeo que me estremeció y sobresaltó. No era posible.

       Di un sorbo al agua y volví a escucharlo, sencillamente no podía ser posible, no podía serlo y menos en mi casa y menos a esta hora. Sabe a que hora llego, llego siempre a la misma hora, de querer hacer algo así habría elegido otro momento.

       Pero luego descubrí una cosa, y es que lo que uno puede imaginar, lo que uno espera de una situación rara vez es lo que finalmente sucede. Empecé a subir las escaleras velozmente, aun sin creerme que estuviese pasando eso. Pero a medida que subía se escuchaban más y más detalles que me hacían ver que era cierto. Primero fueron intensos gemidos, pero luego alcancé escuchar palabras concretas, no me podía creer que mi Marina estuviese diciendo eso. Esas palabras tan desbocadas y lascivas que yo nunca hube escuchado de sus labios. Que hacía muchos años que no escuchaba de una mujer. Me paralicé por completo en lo alto de la escalera. La puerta del cuarto se encontraba abierta, la luz de la mesa de noche estaba encendida y proyectaba una sombra en el pasillo que no era nada agradable de ver. Se escuchaban verdaderas atrocidades saliendo de ambos amantes. Me quedé completamente paralizado, no pensé en interrumpir, o sí, no sabía que hacer hasta que el sonido de un fuerte cachete me despertó de mi letargo y me hizo plantarme ante nuestra habitación. Me quedé boquiabierto y completamente paralizado, creí que gritaría eufórico al llegar a la puerta pero la escena sobrecogió mis ojos y me congeló los músculos.

       Mi mujer se encontraba arrodillada e inclinada sobre la cama y tras ella había un hombre con un pasamontañas y estaba follándosela. Tirándole del pelo y agarrándole con fuerza su cintura. Ella ni siquiera reparó en mi presencia. Él sí, pero no pereció importarle. Alguien me agarró con fuerza desde atrás, me tapó la boca y me sujetó los brazos obligándome a observar esa denigrante escena. Pensé que la estaban violando, que eran dos atracadores. Pero al ver el rostro de Marina descubrí que no. Ella por fin advirtió mi presencia y parece que eso la alentó a entregarse con más pasión a su amante. Entonces me di cuenta de que lo estaba haciendo a propósito. ¿Que le había hecho yo para merecer una cosa así? Nunca fui un amante extraordinario con ella, pero jamás me habría imaginado algo así. Habría deseado dar media vuelta al llegar a lo alto de las escaleras.


       Y con esa escena, dos hombres con pasamontañas, uno de ellos fornido y alto inmovilizándome por completo, el otro detrás de mi mujer demostrando una fogosidad desmedida. Acabó por suceder lo último que me habría imaginado. El amante la sujetaba con fuerza y ella me sonreía cruelmente y gritaba. El hombre cogió un machete con su mano derecha y lo elevó sobre mi mujer, sin detenerse elevó su cabeza tirándole fuertemente del pelo, ella dio un último grito, mas por el dolor del cabello que por el placer del sexo y él le cortó el cuello.

       Creo que mi mujer eso no se lo esperaba, yo me encontraba completamente salpicado en sangre y ese hombre siguió manteniendo sexo con mi difunta esposa, con su cuello abierto en canal y su sangre brotando sobre mi y sobre mi gigantesco amigo. Siguió con ella hasta que de los tirones y acometidas su cabeza acabó por desprenderse por completo. Entonces dejaron su cuerpo tirado sobre la cama, con la cabeza sobre su espalda y mirándome, como cada noche cuando llegaba a casa. Me ataron a una silla frente a ella antes de marcharse.

       Me costaba entender todo lo sucedido, ya no sabía si eso lo inició ella o no, no sabía siquiera si todo eso había sido un sueño y me encuentro aun en la barra de los billares. Cerré los ojos con fuerza y al abrirlos aun me encontraba atado a una silla, con mi mujer muerta sobre nuestra cama y su cabeza mirándome.

       El gato entró en la estancia, yo no tenia fuerzas para forcejear. En un vano intento por soltarme la silla calló al suelo, desde la puerta tirado y atado a una silla caída observé como su sangre chorreba por la colcha y goteba en el suelo, el gato la lamía imagino que intentando limpiarla como si fuese una derramada copa de vino. Yo le miré, sin saber de quién era dueño.

Xulio ML

martes, 2 de octubre de 2012

Matando Poetas. Primera Parte


        Miradas grisaceas, llanto del firmamento. Hojas tostadas que vuelan hasta el suelo, que mas que volar parece que caigan, como si fuesen lágrimas de grandes y robustos castaños. Charcos en medio de todos los caminos. Botas de lluvia, gente que zigzaguea entre las lágrimas de las nubes y los castaños; niños que saltan a pies juntos y salpican; niños que patean los montículos de lágrimas secas de castaño que acumula el viento. Un transeúnte que camina pensativo, una joven cubierta por un paraguas, una señora y su nieto mendigandole gotas a una fuente de piedra... Definitivamente si, es Octubre.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Lo Profundo de la Banalidad

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       Capítulo 1: ¿Cómo conseguirlo?

       Soy un vaso de cristal. Soy un vaso, mi piel es cristal, mi boca es grande y redonda, mi culo plano y grueso. Soy un vaso bajito y gordo, no uno de esos vasos altos y delgados.

Voz en Off
Un pato come pan a las tres de la tarde, lo acompaña con un sorbo de agua, pero no utiliza un vaso. ¡Oh! Pobre vaso, que jamás será usado por un pato.
Un ninja se disfraza de pato y va al parque a las siete de la mañana, se mete en la charca con los demás patos. El tiempo pasa y llegan las tres de la tarde, el pato come pan a las tres de la tarde y el ninja come pato. El pato se asusta y traga saliva; el ninja lo mira fijamente mientras se acaba de comer el pato; el pato da un sorbo de agua, esta vez si de un vaso; el pato utiliza un vaso pero el ninja ya no mira al pato porque se lo ha comido, y también al vaso.


La voz en Off se niega a continuar
       Soy un vaso de cristal, hoy ha sido un día muy soleado. Un pato ha bebido de mí y un ninja me ha comido, me encuentro en el estómago de un ninja junto a un pato que no para de mirarme. Tengo sed.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Preguntas Frecuentes ¿Cuántos Trucos te Sabes?


       A menudo después de una actuación o de una pequeña sesión de magia, los espectadores y espectatrices se acercan al artista movidos por la curiosidad y aprovechan la ocasión de conversar con él. Esto sucede sobre todo en sesiones de magia improntu, calle, encuentros informales o sesiones privadas.
       Es lógico que la curiosidad aflore, cada vez que uno se acerca a un artista de cualquier tipo la curiosidad se despierta. Si alguien te dice que es albañil, lo asumes, si es mago o escultor quieres saber por qué. Y es que las artes, entre otras cosas, están para eso, para destacar, para llamar la atención. Y al igual que en el cine o la pintura, en la magia surgen preguntas características, preguntas que se asocian a la profesión y se acaban por convertir en preguntas frecuentes.
       Una pregunta que me gusta especialmente es:

¿Cuántos trucos te sabes?

        Inicialmente me costaba mucho responder a una pregunta así. Porque todo su enfoque choca frontalmente con mi forma de ver la magia. Mi primera reacción al encontrarme esta pregunta por primera vez creo que fue dudar, y simplemente decir que muchos. Creo que es una reacción bastante natural pero no es sincera en absoluto. Y alguien que te pregunta algo tan personal, como lo es preguntarle a un artista acerca de su trabajo, merece al menos sinceridad.
        Primero habría que entender bien la pregunta. Consta de dos partes. Trucos y sabes. Son las palabras clave. ¿Cuántos? esa es la pregunta, cuya respuesta lógica sería un número o algo referente a una cantidad, pero esa respuesta es imposible porque las palabras “trucos” y “sabes” no permiten llegar a una cantidad.

        Trucos: El objetivo al adentrarte en los profundos senderos del ilusionismo es despojarte de esa palabra. Convertir los “trucos”, “juegos de manos”, “rompecabezas”... en lo más parecido a la magia real que se pueda imaginar. Transmitir la sensación de magia, una sensación bella y cargada de alto significado simbólico. No la de truco, trampa o engaño. El sustitutivo ideal a esta fea palabra, para mí es juego. Así al menos es como yo lo veo, el juego de la ilusión, que puede comenzar con ilusiones visuales y acabar allí donde acaban las ilusiones mas profundas. Un juego al que no se puede jugar nunca solo. Hace falta alguien, un espectador que especte, al menos uno, que sienta, sueñe y se deje llevar. Y hace falta al menos un ilusionista que haya intentado trascender la palabra truco. Incluso aunque me lo haga a mi mismo, necesito un yo realizador y un yo capaz de disfrutar la obra. ¿Cuántos juegos sabes?

       
       Sabes: Esta es la otra palabra clave. Saber, conocer... Yo jamás le preguntaría a un matemático cuantos problemas ha resuelto o cuantos conoce. Porque la respuesta sería la misma que la que te puede dar un ilusionista. Demasiados, tantos como es posible imaginar. Hay que entender que la vida de un artista es el arte al que representa. Un juego de magia en cierto modo se parece a un problema matemático, hay una idea que se plantea, y muchos, muchísimos caminos para conseguir llegar a ella.

       Si me preguntas cuántos juegos tengo en mi repertorio, cuántos han pasado la prueba de fuego y los hago ante público, pues no lo sé, puede que cincuenta, tal vez cien. Si me preguntas cuantos juegos de los que hago representan mi forma de ver la magia. Tal vez tres. Si me preguntas cuántos juegos conozco... eso es muy confuso. Conocer profundamente muy pocos, conocer de vista demasiados, entre juegos leídos, versiones de esos juegos, versiones de versiones de ellos, juegos vistos, practicados, imaginados, ideas y pajas mentales que se quedaron por el camino... sencillamente demasiados.

        Por eso que entendiendo la pregunta, no puedo responder simplemente. ¡No sé, muchos!
        Tampoco aburrir con una disertación oral sobre el tema, pero alguien que hace una pregunta tan íntima a un artista, merece sinceridad. Al menos saber que truco es una palabra fea, y saber que la magia es la vida y pasión del mago, y que los juegos son para él como las palabras para un escritor, hay que indagar mucho en ellas para encontrar las adecuadas. En el caso de la magia, hay que profundizar mucho para hacer una magia personalizada y por el camino se aprenden infinidad de “palabras”.

XulioML

sábado, 8 de septiembre de 2012

Las Espinacas no son Algas, por el Profesor Expertus


       Hay quien pueda llegar a pensar que las espinacas son algas, y no es así. Este rumor tan extendido entre los divulgadores científicos tuvo origen a mediados de los años noventa, más o menos el tres de octubre de dos mil dos. Cuando un biólogo marino argentino encontró una espina de un pez en su lasaña de espinacas.
       -Acá hay una espina.
        -¿Dónde? ¿Una espina?
        -Sí una espina, acá.
        De ahí viene la confusión, al encontrar una espina en una espinaca se dedujo que la espinaca era un tipo de alga carnívora que se alimenta de peces espinosos o de puercoespines marinos, también llamados erizos de mar, equinoidea o erinaceinae máximus marinus. Podríamos indagar también sobre cómo el erizo de mar salió del agua para subirse a un ratón, dando lugar al erizo común. Aunque no está muy claro si fue el de mar el que salió o si en realidad los erizos de mar son erizos muy perdidos que se están ahogando, eso explicaría por qué se mueven tan lentamente bajo el agua y por qué solo se arrastran por el fondo marino, evidentemente buscando la orilla.
        El rumor por tanto queda completamente desmentido.
        Hay muchas historias que relacionan a las algas con las espinacas. Popeye es el ejemplo más próximo. Es fácil pensar que al ser un marinero tuviese acceso a las algas, como siempre tenía espinacas en sus manos, es posible llegar a la siguiente conclusión: Las espinacas son algas. Pero esto es completamente absurdo. ¿Acaso alguien ha visto alguna vez una lata de espinacas en el mar? Hay quien dice que las espinacas tienen mucho hierro, esto es muy cierto, la lata en la que vienen es férrea en un 76,3%, el 33,2% restante es poliester. Por otro lado el motivo por el que Popeye se fortalecía de ese modo al tomarlas era psicosomático. Cuando era pequeño a Popeye le daban fuertes dosis de éxtasis mezcladas con anabolizantes en una lata de espinacas. Por ello cada vez que toma algo de un recipiente de similares características (76,3%...) su cerebro lo asimila de tal forma que exterioriza los síntomas de las drogas ingeridas en su infancia.
        Para finalizar solamente mencionar que, como todas las verduras de hoja verde oscura, la spinacia oleracea posee unas extraordinarias propiedades alucinatorias. Por lo que es bastante probable que tras ingerir una serie de comidas basadas en espinacas se sienta cierta hinchazón en la zona abdominal, y que ello genere ciertos gases con propiedades alucinógenas que afectan tanto al que ha comido las verduras como al resto de los presentes.

        Con este artículo espero haber aclarado algunas de las dudas principales sobre las espinacas que asaltaban a la comunidad científica.

       Artículo extraído de las "Notas del Profesor Expertus" de la universidad xxxxxxxxxxxxx. (Dicha universidad ha preferido no revelar su nombre para no ser directamente relacionada con el profesor.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Borracho y Sediento de Sangre


       Hace dos meses y medio conocí a la verdulera. Me acerqué a la verdulería con intenciones de comprar zanahorias y un tomate. No me gusta el tomate pero me encanta dejar uno en el balcón y ver como se pudre. Me encanta sentarme en el sillón, comer una zanahoria y mirar como un tomate se pudre.
       Al ir a comprar las zanahorias y el tomate, había una verdulera nueva. Una mujer mas o menos de mi edad. Al pagar la invité a ver pudrirse el tomate y me dijo que a ella también le gustaban mucho las zanahorias, por lo que quedamos para esa misma tarde.
        Le abrí la puerta de casa y nos saludamos de un modo muy tímido.
        -¿Dónde está el tomate?- preguntó. Yo lo había dispuesto todo, los detalles eran perfectos para pasar una tarde maravillosa, los sillones de una plaza orientados al balcón, el tomate sobre la barandilla y unas cuantas zanahorias bien lavadas y peladas sobre un plato, en una mesita de té que había colocado minuciosamente frente a los sillones. Todo, absolutamente todo era perfecto.
        Nos sentamos y observamos el tomate. Comimos alguna zanahoria, aunque menos de las que yo esperaba, y pronto llegó la noche. Nos despedimos hasta el día siguiente.
       -Aún está un poco verde.- Dijo ella mientras cogía su abrigo del perchero.
        -Sí, mañana seguro que ya estará resplandeciente.

       Al día siguiente repetimos la experiencia. Y continuamos nuestros encuentros durante varias semanas. En pocos días el tomate se puso en un tono rojo muy vivo. Nosotros nunca cambiábamos nada. Un par de frases escuetas y un completo silencio solo aderezado por los ruidos que una ciudad genera, por algún que otro duro mordisco a una zanahoria y por un tomate que se dejaba observar.
Inicialmente el tomate estaba algo verde, luego estuvo resplandeciente unos días y era verdaderamente majestuoso, un tomate impresionante. Luego empezó a menguar muy lentamente, casi sin que ninguno de los dos nos pudiésemos dar cuenta. Primero era muy sutil, empezó perdiendo el tono verde de sus hojas diminutas, empezó a arrugarse cada vez más y el moho comenzó a brotar donde antes había un verde radiante. El color rojo cada vez era más apagado. Pronto se secó por dentro, se hizo un tomate pequeño y arrugado. Un tomate feo.
       Nosotros seguíamos viendo como cada vez avanzaba más y más el estado de descomposición del tomate. Al cabo de un mes y medio del tomate no quedaba casi nada, costaba incluso observarlo. Y finalmente, dejó de ser tomate, cualquiera que lo viera a los dos meses no podría adivinar que eso había sido un tomate.
        Estuvimos unos días sin vernos, porque ya no había tomate que observar. Yo no sabía que hacer, a lo mejor resultaría muy violento ir a comprar otro tomate. Pero me llené de valor y fui de todos modos.
        Al ir a pagar me dijo:
        -Esta vez lleva un kiwi, creo que tardan ocho meses en pudrirse del todo.



XulioML  

domingo, 2 de septiembre de 2012

Claro, casi transparente y yo.



        A lo largo de mi vida he hablado desaforadamente, en la mayoría de las ocasiones he hablado incluso sin tener nada que decir. Pero nunca he sabido hablar, ni tampoco he sabido decir lo que quería decir, ni mucho menos decir lo que los demás necesitaban escuchar.
        He conseguido que mi voz resulte un entretenimiento banal, una simple ola que turbe la claridad del silencio. He conseguido que en ocasiones mis palabras parezcan importantes; he conseguido sonrisas y llantos; pero aún no he conseguido decir nada que sea mas cierto que el silencio.
He amado en silencio y he creído amar a voz en grito. He creído escuchar alaridos cuando había susurros, y no he podido oír algunos gritos desesperados, tal vez por estar entretenido, con mi oreja, persiguiendo algún que otro grillo perdido en la densa oscuridad.
        Entre mis palabras desperdiciadas y mis oídos mentirosos. Lo único que he hecho ha sido lo que hace todo el mundo, apuñalar esperanzas y sueños, desmembrar oportunidades escasas y mutilar todo atisbo de luz, de mi luz y de cualquier mano que tuviese cerca, aunque solo sostuviese una diminuta linterna, lo he hecho con la mejor intención del mundo pero los resultados han sido esos.
        Tras una larga vida ya poco queda que esperar. Nada cae nunca en el olvido, las lágrimas del pasado se acumulan formando unas hirientes estalactitas imposibles de quebrar. Pequeños errores que dan lugar a la gran montaña de mierda que he ido dejando atrás.
        Me pido a mi mismo que confíe en mi, pero no soy capaz de creer mis palabras. Veo que el final se acerca pero no es el final que yo esperaba. A lo mejor me creía inmortal y por eso nunca vi a la muerte acercándose desde el horizonte. Pero se acerca, cada vez mas deprisa, hasta que finalmente llega a mis pies, se planta ante mi y me clava la mirada.
        -¿Es el final?- pregunta mi voz desgarrando el silencio, abriéndose paso entre la tensión.
        Saca una vela a punto de consumirse, la sostiene sobre su mano izquierda y la pone frente a sus ojos, mira como la llama se tambalea, como da sus últimos coletazos. Con su mano derecha saca de su capa una enorme vela blanca, la enciende con la pequeña y la deja en el suelo, frente a mi. Con un fuerte soplido apaga la vela a punto de consumirse ante mi mirada. Y me contesta. -Sí, es el final.- Y se va.

        Dudo, nunca dudé, pero ahora dudo. Ya no se si estoy vivo o muerto, me siento vivo, muy vivo, pero supuestamente era el final, el final de qué. Dijo que era el final, pero me siento vivo, muy vivo, amo, no sonrío ni canto, pero soy, algo ha acabado, pero no se lo que es. Algo ha empezado, pero no se lo que es.
        Dudo, nunca dudé pero ahora dudo. Las estalactitas siguen ahí, la montaña de mierda sigue ahí, yo sigo aquí, conmigo mismo. Pero aunque todo está ahí, nada es lo mismo, es igual, pero no es lo mismo, es todo exactamente igual excepto una cosa. Hay una vela ante mí, miro la llama y las dudas se empiezan a disipar, las palabras de mi mente se callan, debo tomar una elección. Puedo proteger la vela, sostener la llama en mi mirada para que la vela nunca se consuma, puedo conocerme de nuevo a mi mismo; o puedo soplar y hacer que haya un final claro y tangible.

        Me encuentro dividido, observo toda mi existencia y veo a un lado un jardín de hermosos recuerdos que me costaba mucho ver, tal vez porque la luz era muy tenue. Al otro lado veo el montículo de mierda y las estalactitas... imagino que siempre he sido las dos cosas. Quiero pensar que si le construyo un palacio a la vela para que nunca se consuma solo crecerá el jardín de los recuerdos hermosos. Por un lado lo tengo muy claro, clarísimo. Veo que el jardín se volverá tan frondoso que hará bello incluso lo más oscuro del pasado.
       Pero estas decisiones, no las puede tomar uno solo, por muy unido a sí mismo que esté.





                                                              No tengo autoridad para porner tres letras que firmen este relato.
 

miércoles, 22 de agosto de 2012

Lo que queda de Mi


       Otra tarde empotrado ante el televisor como si me interesase lo que cuenta, viendo capítulos repetidos de series que no se dejan caer en el olvido... la luz entra por la ventana inundando el salón y llenando mi perfil de claridad, proyectando la sombra de lo que queda de mi en la pared blanca. Levanto la mano y entreabro los dedos para juguetear con mi sombra, continúo ondeando mis dedos en el aire hasta que ella se detiene, mis dedos aún juguetean pero la sombra se revela. Se levanta de la silueta que deja el sillón y se planta de pié ante mí, que permanezco completamente paralizado, no se si por el miedo, por incredulidad o por el asombro. Tras unos primeros segundos de perplejidad hago un intento tímido de tocarla con mi mano, pero retrocede un paso. Se gira hacia la pequeña mesita que está entre el sillón y el televisor y coge el mando a distancia, me mira y sale corriendo hacia el balcón, me levanto tras ella y da un salto al vacío. Seis pisos de caída libre, me asomo y no veo gran cosa, aunque parece que el mando se ha roto. Bajo a ver si hay algún rastro de mi sombra pero solo quedan restos desperdigados del mando, tan solo encuentro una de las dos pilas y decido tirar a un contenedor cercano los demás elementos de un artefacto que ya difícilmente podrá controlar nada. Subo algo desconcertado, con una pila pero sin sombra.
       Resulta extraño no tener sombra, es algo a lo que normalmente no hago mucho caso pero que siempre está ahí, en el fondo es una parte importante de mi. Me doy una ducha mientras reflexiono levemente sobre lo sucedido. No conozco a nadie que le haya pasado nada parecido, y no sabría a quién acudir para arreglarlo, y en el fondo tampoco se si es algo que haya que remendar, quiero decir, si no la recupero pues supongo que tampoco pasa nada. ¿Para qué quiero tener sombra? Me asaltan mil dudas, gran parte fruto del desconcierto. Por otro lado pienso que demostrar la veracidad de mi historia sería sencillo, ya que no tengo sombra.
       La noche se aproxima cada vez más y aún no se que hacer, podría llamar a alguien y contárselo aunque eso no solucionaría nada en absoluto, pienso en salir a la calle a buscarla pero la simple idea genera en mí dudas sobre mi cordura. Por otro lado si he de ir a buscarla lo he de hacer de inmediato, ya que la luz comienza a menguar e imagino que encontrar una sombra de noche será mas complicado que de día. Aunque a lo mejor la sombra ha muerto al caer, me he quedado sin ella, en el fondo si la sombra muriese, yo ¿qué perdería? Ella como mucho observa mis actos, los imita con su estilo característico, frío, oscuro, mudo y deforme a veces. Otras veces casi más veraz y nítido que mis propios actos, más clara que muchas de mis decisiones. Sea como sea ella es parte de mi, compañera silenciosa de esta largo viaje. Voy a llamar a alguien.
        Tras media hora de surrealistas conversaciones telefónicas con varios conocidos y familiares, llego a la conclusión de que necesito descansar un poco, no se si lo que he visto ha sucedido realmente o ha sido fruto de mi imaginación, juraría haberlo visto y ¡joder!, no tengo sombra. Enciendo la tele y me siento en el sillón. Voy haciendo zapping de un modo tortuoso, sin mando a distancia, hasta llego a un canal que suelo ver habitualmente, pasan un programa de entrevistas que me descoloca un poco, están entrevistando a mi sombra.
        Parece desenvolverse con soltura en televisión, como si lo hubiese hecho todos los días, la gente le ríe casi cada comentario, yo sería incapaz de ponerme ante una cámara. Se hace llamar “Sombrío” pero es evidente que soy yo, o al menos una parte de mi. En la entrevista le preguntan un sin fin de cosas, de las que sale airoso con una facilidad abrumadora. Cuenta ser la sombra de un paracaidista murciano al que no se le abrió el paracaídas y falleció. Las sombras no experimentan ningún tipo de caída, por el hecho de que siempre necesitan una superficie sobre la que proyectarse, y en el instante antes de ver morir a su dueño, decidió separarse de él, quedando libre para vagar por el mundo, siendo inmortal. ¡Qué huevos! Un paracaidista murciano.
        En cuanto acaba la sarta de mentiras en la que está basada la entrevista llamo a la cadena televisiva y pido hablar con Sombrío. Me sale su representante y me dice que él no puede atenderme. Amenazo con presentarme en televisión a contar la verdad sobre “Sombrío” y finalmente accede a ponerme a mi sombra al teléfono. Tras una pequeña discusión con lo que que era mi sombra, la convenzo para venir a mi piso y hablar en persona.

        Soy incapaz de dormir; no se como afrontar la reunión de mañana con mi sombra; no se qué decirle; quiero que vuelva y en cierto modo la necesito, no se para qué, pero se que sin ella no soy yo. No quiero rogarle y parecer desesperado, pero tampoco quiero exigirle y que se sienta presionada, no me puedo permitir que no vuelva. La noche es cada vez mas corta y pierdo toda esperanza por conciliar el sueño.

        “Sombrío” entra con su representante en mi piso, él se queda en la cocina y nosotros vamos a hablar al salón. Se sienta frente a mi y me pide una copa. Me levanto al mueble bar y le sirvo, en lo que me sirvo otra mi, coge la suya y me dice con voz clara y firme.
        -No voy a volver contigo- él agarra la silueta de la copa haciendo que la real levite ante mis ojos, la inclina y bebe el líquido de la sombra, líquido que va desapareciendo sin caer en ninguna parte, es como si la copa se derramase sobre la nada. La estupefacción me abruma, no se si lo real es el mundo en el que vivo o si lo son las sombras y mi realidad no es mas que una simple imitación. La sombra autónoma es lo más parecido a un alma que he visto nunca. ¿Es mi alma o su sombra? Ni siquiera acabo de servirme la bebida, simplemente me siento y de un sorbo hago yo también desaparecer el poco líquido que había en mi copa.
        Su representante entra en el salón.
        -¿Puedo vivir sin sombra?
        -Claro que puedes- contesta mi sombra, -de hecho ahora estás vivo.- El representante de inmediato propone una solución.
        -Sombrío ya tiene un contrato firmado con varias cadenas televisivas, él te puede dar un pequeño porcentaje de sus ganancias, para garantizar, por supuesto, tu comodidad. Lleváis muchos años juntos y al chico le gustaría saber que tú vas a estar bien. Eso y que no puede permitirse el lujo de que alguien vaya por ahí diciendo que él es su sombra y que los comerciales relatos de su procedencia son ficticios. Pero tampoco podemos dejar a este hombre sin sombra, por eso a Sombrío y a mi se nos ha ocurrido que tengas otra sombra.- La velocidad, seguridad y encanto de sus palabras me confunden aún mas de lo que ya lo estoy.
        -¿Otra sombra?
        -Sí otra sombra, por ejemplo la de este jarrón. Es una sombra muy digna, mira solo hay que quitar las flores y hasta parece el contorno de un ser humano y todo.- Con un brutal desparpajo en sus palabras y actuando como si estuviese en su casa, tocando mi jarrón y despojándolo de mis flores, me ofrece tener la sombra de un florero. Sombrío se acerca a la base del florero, toma la sombra y la pega a mis pies.
        -Ya está- finaliza el representante mientras me deja una tarjeta de visita -envía tu número de cuenta a esta dirección de e-mail y mensualmente se ingresará un pequeño porcentaje de las ganancias de Sombrío, aquí te dejamos una copia del contrato que él mismo te ha ahorrado firmar, ya que en términos legales tu sombra puede firmar por ti.- Sombrío se acaba su copa, se levanta y se va, justo tras él se marcha el hombrecillo repugnante con mucha labia y morro. Yo me quedo en mi sillón, en el sillón en el que empezó todo, la tele encendida, el mando roto, yo con una copa vacía en la mano y mi sombra en un programa televisivo. Me planteo apagarla para ver mi reflejo, pero me da un poco de miedo hacerlo, así que veo un fragmento que mi sombra ha debido grabar esta mañana en algún plató extraviado.
        He de asumir que una parte de mi está en la televisión y como consecuencia directa de ello, cada vez que me vuelvo me encuentro, al final de mis pies, la sombra de un jarrón vacío. Que parece ser lo que queda de mi.


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jueves, 1 de marzo de 2012

La Col Cavernaria


Algún día tenía que pasar, he subido un video al yutube. El video es para un concurso de magia que organiza Enfilo.com una página dedicada al ilusionismo.
El concurso en cuestión exigía realizar un trabajo creativo que incluyese las palabras: Col de Bruselas, Paleontología y Mambo.

Como es costumbre en mi persona el video fue grabado a última hora, sin editar y acabado de subir a la internet un minuto antes de que finalizase el plazo para presentar los videos.

La Col Cavernaria



Solo queda agradecer la inestimable ayuda de Keko y Alberto, que no tenían nada mejor que hacer esa tarde y se pasaron por mi morada. Sin ellos no hubiera sido posible conseguir un resultado ni medianamente parecido.

No quiero acabar una entrada con un agradecimiento ñoño, asi que ciao. Estimo que en breve comenzarán a salir los primeros videos del "Proyecto X"

lunes, 30 de enero de 2012

El Pez-Gato por el Profesor Expertus

Reportaje Gráfico del Profesor Expertus

Pez Gato

Para comprender la historia del pez gato, uno debe primero saber que es un Pez y que es un Gato, pues no identificar correctamente a los animales podría generar confusiones en el presente artículo.
El Pez (Pisces) es un animal que acostumbra a vivir bajo el agua, se dieron casos de peces que vivieron en tierra pero las aletas no les permitían pasar las páginas de los libros y por ello se resignaron definitivamente al líquido. Hoy en día es fácil encontrar un pez en cualquier pecera, el hecho de si el pez está vivo o muerto depende de si la pecera está llena o vacía. Para mayores aclaraciones tenemos a la derecha una foto de un Pez.

Por otro lado está el Gato, (Felis Silvestris Catus) el nombre científico del gato tiene una coherente y lógica explicación. Felis es como se dice en latín Felix, de la serie de dibujos animados "Felix, el gato". Felix era un gato y desde entonces todos los gatos lo son. Silvestris viene del Húngaro, y significa “cosa que duerme” un reciente experimento sociológico revela que los húngaros duermen dos veces más que el resto de la población humana. Inicialmente la bella durmiente era un gato húngaro, pero al hacerlo con una princesa como protagonista la difusión del cuento fue mucho mas ágil. Y finalmente Catus deriva de cactus, porque las uñas de los gatos pinchan. Acompaña al párrafo una foto de un gato en su estado más común.
Los gatos suelen habitar en sofás mulliditos, camas amplias y habitaciones aclimatadas.

 
A la izq. el gato y a la dcha. el pez.

El pez gato (Ameiurus Melas) es relativamente reciente, ya que fue el ser humano el que provocó inconscientemente su desarrollo. La especie surgió a finales del siglo XIX, cuando un científico danés que vivía con un gato trajo una pecera a su casa. Mientras él hacía cosas de científicos en su laboratorio clandestino, el pez y el gato, de nombres Phuv y Misifú, fueron acercándose y conociéndose, entrando en lo que venían siendo los primeros contactos.

Al principio la relación fue complicada pues el gato en cuestión sentía cierta aversión hacia el agua y el pez fuera de ella tendía a asfixiarse. En la fotografía de la derecha podemos ver como ambos animales mantienen una fluida conversación, donde el pez le explica al gato que la ética Kantiana es infinitamente más práctica para la sociedad actual que la Aristotélica. Por otro lado el gato escucha atento.

La amistad del pez y el gato se elevó hasta puntos insospechados, finalmente se realizaron los primeros contactos, donde fue el gato el que al parecer dio el primer paso superando su claro pavor al líquido vital para su próximo amante.

La imagen de la derecha es una ilustración realizada por el científico danés, que observaba perplejo la evolución de la relación entre el felino y el pez.

Como es lógico esto produjo que otros peces y gatos comenzasen a relacionarse, supuso una revolución, todo el mundo quería una pecera y un gato. Nunca antes dos animales habían supuesto una moda, se estaba haciendo historia.

Los mas religiosos se oponían a dichas relaciones, pero era la pareja de animales tan aclamada por la sociedad que la iglesia tuvo que acabar aceptando la relación.

Al surgir parejas de peces y gatos comenzaron los primeros problemas conyugales, en la siguiente foto se puede apreciar como el pez se enfada con el gato y le da la espalda al mismo.

A raíz de estos primeros problemas surgieron las terapias de parejas felino-pescatus. La técnica que ayudó a más parejas fue la de ponerse en el lugar del otro, en la siguiente fotografía podemos observar como un pez y un gato llevan a cabo la terapia con un éxito rotundo.

Psicólogos de todo el mundo estaban orgullosos de sus progresos, dándose palmaditas en la espalda los unos a los otros, cuando la naturaleza dio una gran sorpresa y las parejas de peces y gatos comenzaron a reproducirse


En la  imagen de la izquierda vemos el primer ejemplar de pez gato propiamente dicho. La genética se estaba abriendo camino y nadie podía evitarlo. A inicios del siglo XX el asunto ya se nos había escapado de las manos, una nueva especie iba a surgir, y con ella todas las complicaciones que la acompañan. ¿Qué iba a comer el pez gato, comida para peces o para gatos? A menudo los gatos comen peces, por lo que había posibilidades de canibalismo, la situación no pintaba nada bien.

Tiburon-gato hallado en el pacífico.
Finalmente el animal acabó por desarrollarse, la gente impidió que los peces y los gatos de sus casas continuasen reproduciéndose. La solución principal pasó por poner un libro gordo sobre las peceras, y si era malo mejor, pues así los gatos no querrían tampoco leerlo. Las jóvenes crías de peces-gato, "Ameiurus Melase", fueron tiradas a ríos y océanos, donde se irían desarrollando especies y subespecies.

En la siguiente fotografía podemos observar el ejemplar mas común de pez-gato, lo que viene siendo un Siluroforme común de río.
El pez gato común de río actualmente se dedica a vagar por rios de todo el mundo, suele ser bastante amable con los humanos y a menudo cuando uno se baña en un río, estos vigilan la ropa para que nadie nos la robe, es un acto altruista que nos hace el pez-gato en favor de haber provocado su existencia. Por otro lado el pez-gato ha protagonizado hasta la fecha una película. Big Fish. Era de esperar, pues peces y gatos han ido siempre muy ligados al cine, en películas como “los aristogatos”, “garfield”, “buscando a nemo”, “tiburón”... y un largo etcétera. Se desconoce qué le deparará el futuro a esta extraña especie, pero se comenta que un grupo de peces-gato estan ensayando un musical con el que pretenden captar toda la atención de la humanidad. El espectáculo cuenta con cuarenta y cinco peces gato especialistas en claqué, y un pez gato cantor.

Este reportaje fue creado por el profesor Expertus expresamente para la facultad de biología marina de la universidad de xxxxxxxxxxxxx (dicha universidad ha preferido no revelar su nombre para no ser directamente relacionada con el profesor).

miércoles, 25 de enero de 2012

¡Belleza!

          El martes amanece, mi sueño no se ve sorprendido cuando los primeros rayos de sol se cuelan por las rendijas de las persianas. Da gusto despertarse tras haber dormido bien, disfrutar el despertar estirándose en la cama, aferrarse a la almohada y sentirse feliz.
          Solo dos días a la semana no hay un despertador que derrumbe mis sueños; dos días sin obligaciones ni responsabilidades; dos días repletos de mi y de tiempo libre. Dos días sin nada que hacer. Sin nada que hacer. Sin nada que hacer...
          Me siento al borde de la cama y admiro como las mantas han vencido en la batalla contra mi cuerpo dormido, han mantenido sus posiciones fijas. Me encanta hacer la cama bien para que apenas se deshaga. Me pongo en pie y camino por el suelo de madera hasta la ventana, mientras subo las persianas pienso en como era yo antes, en como desperdiciaba los días como hoy haciendo cosas; en como me inundaba la inexplicable necesidad de hacer algo, de aprovechar el tiempo. Ahora sonrío cuando pienso eso de aprovechar el tiempo. Abro la ventana para dejar que la brisa primaveral dé frescura a mi habitación. Respiro, me gusta sentir como el aire fluye por mi interior...
          Hago la cama, pienso que hacer algo es una forma de evitar pensar, pero lo pienso mientras hago la cama... me pregunto en qué piensan las amas de casa. Imagino que pensarán en lo siguiente que van a hacer, yo cuando trabajo pienso en eso, porque si me sumerjo en mi mente hago las cosas mal y a menudo tengo que repetirlas. A lo mejor se concentran en hacer bien lo que están haciendo... La diferencia es sutil pero gigante. Pensar mientras hago la cama, o hacer la cama mientras pienso. Acabo de hacer la cama y voy a lavarme la cara, lo necesito, me encanta hacerlo. Las frías baldosas del baño; mi reflejo matinal; mi mano que acaricia el lavabo y acaba por abrir el grifo; el agua fría contra mis manos, fresca, helada; jabón con olor a manzana; el agua fría contra mi cara, que instante tan glorioso; me apoyo contra el lavabo. Y me miro al espejo.
          Este eres tú. Disfrutas del despertar, de la brisa, del agua y de tu reflejo. No hay nada mejor que levantarse disfrutando, a fin de cuentas en eso consiste la vida, en disfrutar de cada instante y en admirar la belleza. Hacer cosas es una forma de mantener entretenido al cuerpo; Pensar es una forma de entretener a la mente. A mi me encanta pensar, sentarme y pensar, mirarme al espejo y pensar en cualquier cosa, hablar conmigo mismo. Disfruto pensando.
          Me encanta mi mirada, acerco mi rostro al espejo para verme bien cerca, apoyo casi todo mi peso sobre mis manos, me encanta esa tensión, me acerco más al espejo y el lavabo se rompe cayéndome en las piernas, el impulso me tira para atrás y caigo en la bañera. El lavabo se desmenuza en el suelo. Yo intento agarrarme a algo que frene mi caída pero solo tengo a mano la cortina y resulta insuficiente, mi cabeza acaba de impactar contra la pared y el palo de la cortina contra mi nariz. Mi mano derecha abre el grifo en un intento por agarrarse a algo. Creo que me he abierto la cabeza y no siento las piernas. Mi mano no tiene fuerzas para rebuscar sangre entre mi pelo, mi mirada se apaga pero le da tiempo a ver el agua caer. El agua esta helada, más fría que nunca, cae de modo constante y llega mi último aliento. Se que no voy a salir vivo de esta bañera, no puedo admirar el agua caer y teñirse con mi sangre ni tampoco puedo disfrutar de este momento. El deseo de sobrevivir me lo impide. Creo que esto es ser humano y muero.

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jueves, 19 de enero de 2012

Pequeños Desvaríos 5ª Parte

He de añadir o recordar que la subsección pequeños desvaríos son frases o reflexiones cortas que dejo eventualmente en mi "muro" de Facebook. (facebook es una red social, y una red social es un sitio donde los seres umanos pierden el tiempo diariamente con encuentros virtuales con sus amistades.)


Si todos los caminos llevan a Roma, ¿Cómo se sale de Roma?
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¿De qué me sirve apuntar algo en un post-it, si luego lo pierdo?
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Esta semana he vuelto a encender la televisión y obviamente ello me genera profundas reflexiones: ¿Qué se inventó primero, el Koala o el eucalipto?
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Definitivamente no hay nada mas gratificante en la vida, que divertirse las 24horas de cada día, independientemente de lo que en él suceda.
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Cuando mantienes una conversación ¿Escuchas o esperas a que te toque hablar? (Escenas eliminadas de Pulp Fiction)
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La Ignorancia se extiende cual virus sin cura. Y ya sabes lo que dicen, si no puedes vencerles, enciende la tele.
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Lentamente, violetas y azules se tornan dorados y tiñen el cielo, la luna se oculta anaranjada tras las cies y yo lo observo mientras como un bocata de mortadela.
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E.-¿Alguién sabe de dónde salen las berenjenas?
R.-De una planta.
E.-De un árbol querrás decir, porque ayer me cayó una en la cabeza.
R.-La planta de la berenjena mide menos de un metro. Te la tiraron.
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Un delicioso atardecer puede hacer que empiece el día.
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¿Hasta qué punto la verdad es cierta?
Quiero decir, llevo días observando y el amanecer me parece hermoso, los atardeceres bañan la ciudad con siluetas cada día más tenues. La ría se deja teñir y sus olas se calman, tres pequeñas islas flotan al fondo y hasta el sonido de los trenes que pasean bajo mi ventana parece delicioso. Empiezo a pensar que todo radica en la mirada y me pregunto...
¿Hasta qué punto la verdad es cierta?
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Definitivamente divertirse es más divertido que aburrirse, no entiendo porque hay gente que se aburre.
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La frase más profunda es aquella que roza la superficie del alma.
La frase más profunda es el menú del día del Titanic.
La frase más profunda se hace realidad cuando un monje budista se cae en un socavón.
El badminton es un deporte de riesgo, dado que en cualquier momento se te puede ir el volante.
Bdminton no tiene nada que ver con Batman, a pesar de que Robin tenga algo de pluma.
Cmo se acaba de comprobar, escribir una frase por minuto es sencillo siempre y cuando el objetivo de porque lo haces sea claro y conciso.
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Yo sin mi no soy nada, pero tú sin tí tampoco. Por tanto yo sin mi soy algo y tú sin tí también, pero... ¿El qué?
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Hay quién piensa que una frase absurda no tiene sentido, pero quien sepa observar deja que cada una cambie su vida.
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Las 7 de la mañana es la mejor hora para acostarse, al menos para mí, al menos hoy.
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La inspiración es una de las sensaciones más exquisitas de la vida. Pero al igual que todo, cada momento de lucidez hay que sembrarlo y esperar a que el tiempo y la dedicación le hagan florecer, y a veces hasta dar frutos.
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Si la verdad es una silla, ¿los cojines qué son?
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La copa me observa, colmada, desde la cocina. Las cartas tropiezan sobre el tapete, las monedas ruedan por el suelo y las pequeñas esponjas botan alejándose. La copa no se distrae ni por un segundo, sus ojos repletos de miel se clavan en cada uno de mis movimientos...
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"Si le pides a dios un Árbol, te lo dará en forma de Semilla."
Y si le pides una avioneta te dará una tuerca, en el siguiente fascículo tres tornillos y una caladora. Dios es RBA.
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Los artistas podemos, a través de la imaginación, escapar de un mundo decepcionante y crear otro mejor. "Historia de un Crimen"
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Creo que el Amor veraz y real crea una tregua con la muerte. La cobardía viene de no amar o de no amar bien, que es lo mismo. Y cuando el hombre valiente y veraz mira cara a cara a la muerte, como cazadores de rinocerontes que conozco, o Belmonte, un valiente, como aman con suficiente pasión apartan a la muerte de su mente, hasta que vuelve, como con todos los hombres, y es hora de volver a hacer el amor de verdad. "Midnight in Paris"
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Y hasta aquí dio de si el 2011 en cuanto a desvaríos, resulta curiosa la creatividad y la inspiración, pequeños desvaríos 1, 2, 3 y 4 fueron escritos a lo largo de 7 meses. La quinta entrega abarca desde el 19 de septiembre de 2011, hasta el 28 de Octubre de 2011, poco más de un mes, y es el doble de extensa que las anteriores entregas. Desde el 28/10/2011, hasta el 6/1/2012, no hube escrito ni una sola frase. Y ahora arranco de nuevo desbordante de inspiración...