viernes, 30 de septiembre de 2011

La tarde en la que se me acercó un hombre con un maletín negro y me pidió que se lo sujetase un momento mientras iba a comprar agua y yo me encontraba indispuesto para dicha tarea.

     El móvil sonaba de un modo incesante, yo lo cogí y miré la pantalla para ver quién llamaba. Se me acercó un hombre con un maletín, pero antes de llegar a interrumpirme un tipo raudo y veloz me arrancó el móvil de las manos de un tirón y salió corriendo, fui tras él, tropecé y me abrí la cabeza. Seis puntos de sutura y aún hoy no se de quién era el número que me llamaba.