martes, 22 de septiembre de 2009

Mi Pequeño Diario Día 3

Hace ya unos días que no escribo nada en mi pequeño diario pero tengo excusa.
Lo bueno de ser estudiante es que tienes excusas para todo, sino haber como le cuelas a un profesor que tu padre se comió el trabajo de historia porque no quedaban galletas. Aún me sorprendo de que eso hubiese colado en su día.
El motivo por el cual estuve indispuesto para escribir en estos días es que el elefante del salón vio un documental en el que se apareaban elefantes, lo que viene siendo pornografía, nunca pensé que un canal como ese pasara porno para paquidermos a esas horas de la mañana. La reacción del pequeño Aristarco, que es como yo le llamaba, fue iniciar una estampida hacia la ventana de la cocina, tirando uno de los principales puntos de apoyo de la casa en cuestión y arroyándome un poco, ya que yo me encontraba cocinando. Lo peor de todo no fue que se me cayera la casa encima, sino que se me chafara el desayuno, porque es bien difícil comer crepes rellenos de escombros si tu pierna derecha está atrapada bajo la biga principal. El catorce de cada mes siempre desayuno crepes, es una tradición, antes lo hacía el día treinta pero llegó febrero y me quedé con las ganas.
Por suerte el pequeño Aristarco me sacó de allí y me llevó al hospital. Es más rápido que la ambulancia porque la gente tiende a apartarse cuando le ve correr por la carretera, pero a los enfermeros les resulta tremendamente complicado atenderte durante el trayecto.
Pero ya pasó todo, ahora hago vida normal. Vino la ONG Obreros sin fronteras, que tratan el tema de estampidas de elefantes en el áfrica subsahariana y casualmente pasaban por mi calle en ese instante, y yo no pude negar la ayuda. Ya que estaba cambié los planos de mi casa por otros y ahora el espacio está mejor distribuido, los techos son lo suficiente altos como para que Aristarco pueda andar tranquilo por la casa y la puerta es también a su medida, aunque con una más pequeña adherida a esa para que yo pueda entrar y salir. En el jardín dije que antes había un lago para que el elefante pudiese bañarse, a los obreros les extrañó que al derrumbarse la casa también hubiera desaparecido el lago, no solo el agua sino también el hueco y que hubiese crecido césped encima y un cerezo en flor, yo les aclaré que fenómenos extraños suceden en todas partes.
Al meter el lago el jardín se me hizo más estrecho por lo que me vi obligado a quitar la pequeña casa del jardín trasero y a raíz de ello mis quince concubinas viven ahora en casa conmigo, lo cual esta bien porque antes había veces que me olvidaba que estaban allí y las tenía más desatendidas. Ahora al estar en casa ya comen todos los días y además se llevan muy bien con Aristarco, una de ellas hasta consiguió que le devolviese el mando de la tele.
Lo importante es que ya estamos todos bien y mañana toca volver a la facultad, que con la tontería de la obra en casa llevo un tiempecito sin ir.

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viernes, 10 de julio de 2009

Carta a un amigo

Tan largo tiempo ha transcurrido desde nuestro último encuentro que vagamente recuerdo el tono de su voz amigo, te comento que me hube refugiado en mi mismo por los últimos meses, pasé ciertos apuros, económicos y emocionales, pero ahora ya estoy trabajando en nuevo libro.

Le cuento que me paso:
La desolación podía conmigo, sucedió en un tiempo en el que todo parecía ir a peor. Hambriento, caminaba junto al escritorio, abandonado por todos me abandoné a mi mismo. En la soledad caí en una profunda depresión, que me llevó al suicidio. Cada camino me llevaba a él, cada pensamiento, y finalmente cada objeto. Estaba decidido a hacerlo, pero dudaba en como.

Tantos modos de morir se me ocurrían, que opté por que un disparo certero atravesara mi corazón.

Coloqué un sencillo reloj a la escopeta para que se envalentonara y apretara el gatillo en mi lugar. Frente a ella me esposé a una silla, moriría a las 17.59 horas, era mi último día y no me apetecía madrugar. Faltaban solo un par de minutos, hacía ya al menos diez que estaba inmovilizado a la silla, eran mis últimos pensamientos, quería estar tranquilo, todo llegaría a su fin en breve.
17.58 Un ser extraño se apareció frente a mi, el deseo de morir en soledad se había desvanecido por una alucinación. Era un tipo algo extraño, ni bien se presento...
Soy Dios, pero puede llamarme ¡Oh mi Señor!
...y pum. Un simple disparo, una escopeta hizo que sus divinas tripas volaran por los aires manchando mi rostro de sangre celestial.

Llegué en ese instante a amar a Dios por haberme salvado, me hizo ver que no quiero morir, es una pena que la poca fe que tenía desapareciera del todo al ver su cadáver sobra mi hermosa alfombra echada a perder.

Tardé en romper la silla y esperar a que salieran las llaves de las esposas, pero cuando lo logré no tardé en redactarlo, comencé otro libro, la inspiración me inundó, las letras fluían, sin duda alguna amigo, de buena fuente que soy yo te puedo decir que, Dios ha muerto. Es el momento del hombre.


Te saluda y desea recibir pronto noticias tuyas tu amigo Friedrich N.

sábado, 16 de mayo de 2009

Ese gran enemigo... el despertador

Los despertadores son los seres más despreciables de la humanidad, tu estás tranquilamente soñando con cielos claros y prados verdes en los que tumbarte sobre Elsa Pataki, y derepente suena el infernal despertador con un pitido chirriante en tu oído, como diciédote, jaja jodete. Tu lo apagas y dices anda y que te den, e intentas volver a la cama con Elsa Pataki, pero donde antes había un cielo claro y despejado, ahora hay nubarrones, donde había prados verdes ahora hay sábanas sudadas y donde debería estar Elsa Pataki, está tu perro lamiéndote la cara.

En lugar de levantarte dices bah, aunque no esté Elsa pataki siempre puedo quedarme cinco minutos más, porque para eso tienes un despertador que una vez lo apagas vuelve a sonar a los cinco minutos, ese es un despertador Español. Y es que somos tan perezosos que ni siquiera nuestros despetadores se levantan a la primera. Y es que por la mañana solo hay una cosa que se levanta a la primera.

¿Pero quién ha podido inventar los despertadores existiendo las abuelas? Las abuelas son como los despertadores pero sin el ruido infernal, no se les acaban nunca las pilas, no hay que ponerlas en hora y sabes que como tienen que ir a orinar cada veinte minutos nunca van a quedarse dormidas. Otra cosa que hace que las abuelas sean superiores a los despertadores es la noche, porque como jode cuando no puedes dormir y oyes (tla, tlu, tla, tlu, tla, tlu) que joder es como si el despertador te hablara y te entra la misma sensación de cuando de pequeño dormías en casa de los primos y alguien siempre pregunta... estás despierto. Lo malo de las abuelas es que si te vas de viaje no te las puedes llevar contigo, y que si lo haces, en la maleta no entran muchas cosas más.

jueves, 23 de abril de 2009

Rodrigo

Sentaos aquí a mi alrededor que hoy voy a hablaros del egoísmo y el egocentrismo.
Lo cierto es que el ego está mal visto, ser egocéntrico es... bueno no se como explicarlo, pero si no lo se explicar yo ¿Quién iba a poder hacerlo? Obviamente nadie. Una persona egoísta es una que piensa más en si misma que en mí, y eso no es bueno. Aunque ahora que lo pienso a lo mejor yo no soy la persona más indicada para hablar de este tema.
¡Qué diablos claro que lo soy! Ser egoísta es coger el último trozo de pollo que queda en el plato, pero yo no creo que debamos juzgar a nadie a partir de un muslito, yo siempre soy el que agarra el último trozo de pollo, pero lo hago para que nadie piense que los demás son egoístas, ya que yo soy conocido por mi humildad. Pero que decir ahora del egoísmo que yo no haya dicho ya en otra ocasión.

Recuerdo una pequeña historia que habla del egoísmo:

El Sol comenzaba a despuntar por el horizonte, la luna yacía tumbada sobre la arena de la playa que hay en el cobertizo y los peces cantaban como cada mañana. La mujer de Rolphy, Almira, había salido a dar un paseo hacía dos semanas y aún no había vuelto. Rolphy que era un hombre bastante avispado se percató esa mañana al levantarse de que faltaba algo, pero no sabía lo qué, y que quizás les habían entrado a robar así que tomó un bate de béisbol con su mano derecha, por si los ladrones aún seguían en la casa, y se dirigió al dormitorio para comentárselo a su mujer, fue entonces cuando se percató de que era ella aquello que él echaba en falta en la casa.
-Con razón apenas me queda ropa limpia- se dijo mientras marcaba en el teléfono- Martín, que soy Rolphy, dile a tu mujer que se ponga. Martina, si, mira, que quería preguntarte que... ¿Cómo se pone la lavadora?- y en cuanto colgó puso a lavar su ropa. Más tarde llamó para preguntar como se tendía la ropa. A los cinco días volvió a telefonear para preguntar cuando había que recoger la ropa. Más tarde llamó nuevamente a Martina para preguntarle cómo se planchaba. Cuando volvió a llamar para preguntar donde estaba la plancha Martina se había suicidado.
Rolphy y Martín se fueron conociendo poco a poco hasta enamorarse e irse a vivir juntos, al principio resultaba todo un tanto extraño ya que ninguno de los dos sabía cocinar, ni doblar la ropa, ni barrer los platos o fregar el suelo. Pero al cabo de cinco meses la situación mejoró cuando Almira regresó de su paseo por el parque. A partir de ese día los tres iniciaron una relación amorosa que duraría hasta el final de sus vidas o cuanto menos hasta el día de su muerte.

La historia nos muestra que Almira fue muy egoísta al irse a dar un paseo sabiendo que iba a volver tarde sin dejar ninguna nota. Y nos enseña a pensar un poco en los demás antes de hacer lo que nos de la gana así a lo loco.
Sin duda el egoísmo es muy malo, yo por suerte soy una persona maravillosa y nada egocéntrica ni egoísta.
-Venga Rodrigo que es la hora de la medicación, y no se entretenga mucho rato más hablando con las plantas que antes de las diez hay que estar en cama.
-Mis amigos han venido a escucharme, están siempre aquí para escuchar lo que les digo, no como vosotros que me tomáis por loco.
-No diga eso Rodrigo, sabe perfectamente que nosotros nunca llamamos loco a nadie.
-Ya es cierto, solo dicen que tengo trastornos de la realidad. Váyase usted al carajo con su realidad, algún día mis amigos y yo nos largaremos de aquí y triunfaremos en la vida.

(Lo curioso es que al día siguiente de suceder esto en el centro psiquiátrico de Alburquerque, el interno Rodrigo y las cuatro plantas que estaban en la esquina del salón del televisor habían desaparecido. A los cinco años de suceder esto en las cercanías del centro psiquiátrico fue inaugurado el Rodrigo's, la mayor cadena de invernaderos de Europa y cada tarde personas de todas partes acuden al invernadero central para escuchar las historias sobre las virtudes y los vicios humanos que Rodrigo cuenta a todos los amigos que han ido a escucharle).
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lunes, 20 de abril de 2009

Solteros al viento

En lo profundo de la noche, cuando uno se adentra en las calles de Bernetta puede encontrar cualquier cosa. El pasado 31 de septiembre de 2003 surgió un nuevo peligro de entre las calles de este singular poblado lleno de almas en pena que conviven con los vivos.
A cada hora en punto un viento fuerte alzaba a los individuos que vivían solos, esta singular ventolera se llevaba a una persona cada hora desde las tres de la tarde hasta las diez de la noche, ya que era un viento al que le gustaba dormir en abundancia.
Los secuestrados por el viento eran llevados a la mas alta de las torres Kunyi, conocidas porque al anochecer encienden las luces de la última planta de las ocho torres de mil seiscientos trece pisos y desde el suelo, si el cielo no esta nublado, se puede observar la constelación de la ostra enfadada.
El problema carecía de gravedad alguna, ya que allí arriba, la gente tenía tiempo de sobra para conocerse y enamorarse, y una vez hecho eso el viento los bajaba habiéndoles encontrado un piso compartido a muy buen precio y ya con las mudanzas hechas. No obstante, nuestro perspicaz investigador Clerckum Handirtruser consideró esto un problema de máxima gravedad y comenzó su investigación.
En un principio todo era muy extraño, pues Handirtrusinho no tenía nada más que el testimonio de algunos afectados, que sin rencor alguno hacia el viento, le estaban muy agradecidos por el favor que les había hecho al ayudarles a encontrar a alguien con quien compartir su vida, un claro caso del síndrome de Estocolmo sin duda alguna. Los testigos de los secuestros tampoco ayudaban mucho.
-Estaba aquí comprando ropa y de pronto entró en la tienda un fuerte viento y se la llevó del probador- los tenderos si que estaban muy enfurecidos con el viento ya que la gente que vive sola tiende a gastar su dinero comprando cosas inútiles.
Con el paso de los días y tras largas horas de investigación, con sus correspondientes pausas para desayunar y dar de comer a los patos del parque, nuestro investigador fue poco a poco descubriendo que la única forma de atrapar al malhechor era subiendo él mismo a la mas alta de las torres Kunyi, el problema era que las torres no tenían ni siquiera una escalera que comunicase con el tejado, lo que hacía imposible que nadie pudiera entrar ni salir de allí sin el consentimiento del viento.
Handirtruser ya casi había desistido en la búsqueda de algún modo de subir a la torre, cuando en un alarde de inspiración, mientras estaba en el inodoro, se le ocurrió la brillante idea.
Una vez en el avión, a cuatro mil pies de altura, (de una talla cuarenta y tres), nuestro querido Clerckum se tiró en paracaídas sobre la torre, pero a causa de un leve error de cálculo cayó en la contigua. Por suerte en este otro rascacielos anidaba un faisán gigante que no dudó en acercar a Handirtruser a la torre en la que se encontraban los secuestrados por el viento ni en darle un silbato para acudir en su ayuda cada vez que fuese necesario.
La superficie de la torre era enorme y Handirtruser jamás imaginó que allí pudiera haber un parque acuático. La gente secuestrada parecía encantada en ese lugar, pero Clerckum sabía que a pesar de los bailes, las fiestas, el parque acuático y el hotel cinco estrellas en el que las víctimas estaban alojadas, ellos no estaban realmente contentos, pues probablemente ese estado había sido inducido por el viento para que los secuestrados no le tuvieran represalias.
Clerckum pasó allí unas dos semanas, pero el viento nunca se llegaba a acercar, por lo que acabó llamando a su amigo el faisán, el cual acudió sin mayor reparo y a petición de Handirtruser le llevó juntó al ser supremo que controla todo en el mundo y que todo lo vé.
Una vez en la casa blanca Handirtruser le comentó al presidente lo que estaba haciendo el viento y él dijo que lo que sucedía en Bernetta no era de su jurisdicción ya que no sabía donde se encontraba tal ciudad. No obstante, los mandó junto a uno de sus subordinados y les dijo que tal vez él si podría ayudarlos.
En cuanto Dios vio a Handirtruser y a su amigo y transporte el faisán, no dudó en apresarlos y amordazarlos para someterlos a la peor de las torturas, cultivar acelgas y comer solamente lo que salga de la cosecha por el resto de sus días. Todo parecía perdido para el héroe de Bernetta, cuando de pronto, como venido de ninguna parte apareció el gran amigo y coinvestigdor Plaskyh, un san bernardo con una navaja suiza colgada al cuello, y tumbó a Dios de un solo lengüetazo.
Dios fue encarcelado en la prisión de la ciudad por cadena perpetua tras un juicio justo por supuesto, en el cual se le acusó de atentar contra la humanidad y el argumento principal se basaba en la creación de la misma, de allí no podría salir hasta terminada la condena a la que fue sometido ya que esa prisión a petición expresa del alcalde la había construido Dios con sus propios poderes, <<¡Qué ni tu mismo puedas escaparte!>> le pidió en su momento el alcalde a Dios, y este así lo hizo a cambio de una buena suma de vales descuento en todas las tiendas de la ciudad.
Con los elogios que Mr. Handirtruser hubo recibido por neutralizar a Dios, se olvidó del caso del viento, no obstante cada fin de semana pide a su nuevo amigo el faisán que le suba unas horitas al SPA situado en lo alto de la más alta de las torres Kunyi.
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sábado, 11 de abril de 2009

Mi pequeño diario: Día 2

Hoy no he hecho gran cosa, de hecho tras reconstruir el tejado de mi vecino, recoger las patatas del huerto de dos hectáreas de mi padre, (es muy bueno ya que siempre me da una cestita cada vez que le ayudo) escalar el monte Ural en busca de una planta medicinal para mi perro y hacer la cama, no me encontraba con ganas de hacer nada más y me pasé lo que quedaba de mañana y toda la tarde tirado en el sofá.
A media tarde llamaron a la puerta, era Ebaristo que vive con sus padres y no tiene donde montárselo con su novia, yo, como buen amigo que soy le dejo una habitación encantado. Cuando se fue me dijo que se oían una serie de ruidos extraños provenientes del salón, yo no me entero de nada porque siempre llevo puestos los auriculares, pero investigué el bulto gris que había junto a la tele y parecía emitir sonidos, no concluí nada concreto, por lo que llamé a Abimu, un amigo mio que estudia para cura, y vino enseguida, lo telefoneé a él porque era el primero que estaba en la agenda. Cuando llegó vino con dos amigos más y con tres prostitutas, sin duda no entendió bien el motivo de mi llamada, finalmente inspeccionamos todos juntos el bulto gris, y este agarró con un largo brazo muy extraño a una de las prostitutas, mi amigo decía que sin duda había que exorcizar el salón, yo me calmé, pues al la muchacha gritar el bulto se movía cada vez más, me saqué los auriculares y la chica todavía gritaba más alto. Le dije a Abimu que llamase a los bomberos.
Dos horas después llegaron tres boys vestidos de bomberos, Abimu no supo explicármelo, pero con la ayuda de ellos conseguimos sacar a la muchacha del largo brazo del bulto gris. Como lo de exorcizar no me convencía llamé a Férmin y a Herbolario, dos buenos amigos míos, para pedir una segunda opinión.
No tardaron en llegar y ambos vinieron acompañados con algunas amigas y bebidas alcohólicas en abundancia, sin duda me explico muy mal al teléfono pero ya que estábamos allí decidimos montar una fiesta. La policía apareció al poco tiempo y les explicamos lo del bulto, los policías lo inspeccionaron minuciosamente para determinar que había que traer a un cualificado científico para que determinase el origen de esa enorme mole grisácea, entretanto el bulto agarró con su alargado brazo a uno de los agentes mientras los demás le animábamos, su compañero ya estaba borracho.
Cuando llegó el científico dijo que nunca había visto nada igual y antes de emborracharse también agregó que eso por la puerta no entra, así que debió de haberse generado y crecido ahí.
Al final de la noche ya estaban todos yéndose, y fue cuando una de las amigas de Herbolario, que estaba estudiando zoología, comento que eso tal vez fuese un elefante, y cuanta razón tenía.
Pero como decía al principio, hoy no fue un día muy ajetreado, quitando esos detalles sin importancia me lo pasé tumbado en el sofá viendo la tele, y en cuanto al elefante, no quiere salir de ahí, me informe de su alimentación pero es muy cara y yo le doy pizzas pre cocinadas, lo malo es que se tragó el mando del televisor y ahora tengo que levantarme para cambiar de canal pero le gustan mucho los documentles y me atiz cada vez que intento poner otra cosa mientras ponen uno.
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domingo, 5 de abril de 2009

El secuestrador de ancianos

En lo profundo de la noche, cuando uno se adentra en las calles de Bernetta puede encontrar cualquier cosa. El pasado 23 de marzo de 2003 surgió un nuevo peligro de entre las calles de este singular poblado lleno de almas en pena que conviven con los vivos.
Comenzaron a desaparecer los ancianos para pocos días después reaparecer cincuenta años más jóvenes y con muchas ganas de comer pollo. Pero como no, allí estaba Clerckum Handirtruser para nuevamente desvelar el misterio que acechaba esta ahora desvalida ciudad.
Se puso toque de queda a los ancianos, pero no sirvió de nada, no obstante el desconcertado Handirtruser o Handirtrusinho para los amigos creyó que instalando un localizador a los ancianos podrían encontrar la guarida del secuestrador y probablemente pedir cita para someterse al proceso de rejuvenecimiento. La falta de presupuesto y el incremento de población activa en la localidad de Bernetta, dificultaban la colaboración con Handirtruser por parte de la alcaldía y otras autoridades, por lo que no se pudo llevar a cabo la idea inicial de nuestro perspicaz investigador.
Los días pasaban incesantes y nuestro querido Clerckum seguía exactamente en el mismo punto de la investigación, el principio, hasta que en un momento de inspiración, sentado en el inodoro, se le ocurrió un brillante idea.
Se dejó ver a altas horas de la noche disfrazado de anciano, con un andar tullido bastante forzado y equipado con la más alta tecnología de bastones con ABS y sombreros con airbag. Sin duda Handertrusinho pronto llamaría la atención del secuestrador.
El tiempo pasa, el cansancio empieza a hacer mella y el secuestrador no da señales de vida, son ya tres los días que Mr. Clerckum lleva deambulando por la ciudad, hasta que ya no puede más y cae desmayado al suelo haciendo saltar el airbag de su sombrero, hecho que provocó que la gente bislumbrara el espectáculo y le tirara unas monedillas. Nuestro desvalido Handertruser no las tenía todas con sigo, pero esa misma noche, tal vez atraído por el dinero, el secuestrador apareció para raptar al que, creyendo que era un anciano enclenque y debíl, resultaría ser el astuto investigador de Bernetta, Clerckum Handertruser.
Mientras el secuestrador dormía a la vispera de realizar el rejuvenecimiento del heroe local, Handertruser se desató y buscó al malvado hombre. Una vez lo encontró, lo despertó, lo vistió y le dio el desayuno, procedió a atarle, pero no sin antes mencionarle la posibilidad de quitarse él a si mismo unos añitos, principalmente para recuperar su extraordinaria potencia sexual ahora ligeramente mermada por la edad. Entre tanto palabrerío a Handertruser se le olvidó atar al secuestrador que sin piedad le amordazó y se dispuso a reducirlo a un horrible feto con tremendas ansias de comer pollo.
Este parecía el fin de Handertrusinho, pero cuando todo parecía perdido, su mejor amigo Plaskyh, un San Bernardo con una navaja suiza colgada al cuello, y un sombrero con airbaj en la cabeza, se abalanzó sobre el secuestrador y lo redujo de un solo lengüetazo.
Nuevamente el infalible investigador completó su misión con exito capturando al secuestrador de ancianos, el pueblo le abucheó pues se reconoció que los ancianos suponían un estorbo y que hacía falta mano de obra joven, pero la población tenía un problema mayor dado que todos los exancianos estaban sedientos de carne de pollo, a ser posible a la plancha y algo pasada. Los efetos secundarios del rejuvenecimiento pronto acabaron con las reservas de pollos de la ciudad, sin duda un nuevo caso que requería la ayuda de Handirtruser y su gran amigo Plaskyh.
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lunes, 23 de marzo de 2009

Pequeño diario, dia primero:

Estoy un poco nervioso porque hoy es el primer día que escribo en mi pequeño diario, y no se muy bien como se hacen estas cosas, bueno supongo que un diario se hace para desahogarse, para en cierto modo contarle a alguien eso que no le puedes contar a nadie, pero no se. Hace ya tiempo que quería escribir en este pequeño trocito de papel pero nunca pasaba nada interesante, y hoy ya por fin sí. En este día he encontrado mi virginidad, hacía un año que la había perdido, pero gentilmente una novia que tuve, hoy con el encanto que la caracteriza me ha traído las cosas que me había dejado en su casa, me devolvió la virginidad, una chaqueta, un gorro de lana y el almuerzo de este mediodia que se ve no le sentó muy bien. La hice pasar para que se tomara una sopita de pollo como la que hacía mi abuela que eso siempre lo cura todo, y, misteriosamente, volví a perder la virginidad. No se como lo hago pero es que soy muy despistado, sin duda no valoramos las cosas hasta que las perdemos. También he notado como una especie de bulto en el salón, justo junto a la tele, en ocasiones se mueve y la verdad es que por su tamaño me asusta un poco, porque es gigantesco, casi no entra en el salón, y eso que el techo es alto, de todos modos seguiré investigando.
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