Hay quien pueda llegar a
pensar que las espinacas son algas, y no es así. Este rumor
tan extendido entre los divulgadores científicos tuvo origen a
mediados de los años noventa, más o menos el tres de
octubre de dos mil dos. Cuando un biólogo marino argentino
encontró una espina de un pez en su lasaña de
espinacas.
-Acá hay una espina.
-¿Dónde? ¿Una
espina?
-Sí una espina, acá.
De ahí viene la
confusión, al encontrar una espina en una espinaca se dedujo
que la espinaca era un tipo de alga carnívora que se alimenta
de peces espinosos o de puercoespines marinos, también
llamados erizos de mar, equinoidea o erinaceinae máximus
marinus. Podríamos indagar también sobre cómo el
erizo de mar salió del agua para subirse a un ratón,
dando lugar al erizo común. Aunque no está muy claro si
fue el de mar el que salió o si en realidad los erizos de mar
son erizos muy perdidos que se están ahogando, eso explicaría
por qué se mueven tan lentamente bajo el agua y por qué
solo se arrastran por el fondo marino, evidentemente buscando la
orilla.
El rumor por tanto queda
completamente desmentido.
Hay muchas historias que
relacionan a las algas con las espinacas. Popeye es el ejemplo más
próximo. Es fácil pensar que al ser un marinero tuviese
acceso a las algas, como siempre tenía espinacas en sus manos,
es posible llegar a la siguiente conclusión: Las espinacas son
algas. Pero esto es completamente absurdo. ¿Acaso alguien ha
visto alguna vez una lata de espinacas en el mar? Hay quien dice que
las espinacas tienen mucho hierro, esto es muy cierto, la lata en la
que vienen es férrea en un 76,3%, el 33,2% restante es
poliester. Por otro lado el motivo por el que Popeye se fortalecía
de ese modo al tomarlas era psicosomático. Cuando era pequeño
a Popeye le daban fuertes dosis de éxtasis mezcladas con
anabolizantes en una lata de espinacas. Por ello cada vez que toma
algo de un recipiente de similares características (76,3%...)
su cerebro lo asimila de tal forma que exterioriza los síntomas
de las drogas ingeridas en su infancia.
Para finalizar solamente
mencionar que, como todas las verduras de hoja verde oscura, la
spinacia oleracea posee unas extraordinarias propiedades
alucinatorias. Por lo que es bastante probable que tras ingerir una
serie de comidas basadas en espinacas se sienta cierta hinchazón
en la zona abdominal, y que ello genere ciertos gases con propiedades
alucinógenas que afectan tanto al que ha comido las verduras
como al resto de los presentes.
Con este artículo
espero haber aclarado algunas de las dudas principales sobre las
espinacas que asaltaban a la comunidad científica.
Artículo extraído de las "Notas del Profesor Expertus" de la universidad xxxxxxxxxxxxx. (Dicha universidad ha preferido no revelar su nombre para no ser directamente relacionada con el profesor.