A menudo después de una
actuación o de una pequeña sesión de magia, los
espectadores y espectatrices se acercan al artista movidos por la
curiosidad y aprovechan la ocasión de conversar con él.
Esto sucede sobre todo en sesiones de magia improntu, calle,
encuentros informales o sesiones privadas.
Es lógico que la curiosidad
aflore, cada vez que uno se acerca a un artista de cualquier tipo la
curiosidad se despierta. Si alguien te dice que es albañil, lo
asumes, si es mago o escultor quieres saber por qué. Y es que
las artes, entre otras cosas, están para eso, para destacar,
para llamar la atención. Y al igual que en el cine o la
pintura, en la magia surgen preguntas características,
preguntas que se asocian a la profesión y se acaban por
convertir en preguntas frecuentes.
Una pregunta que me gusta
especialmente es:
¿Cuántos
trucos te sabes?
Inicialmente me costaba
mucho responder a una pregunta así. Porque todo su enfoque
choca frontalmente con mi forma de ver la magia. Mi primera reacción
al encontrarme esta pregunta por primera vez creo que fue dudar, y
simplemente decir que muchos. Creo que es una reacción
bastante natural pero no es sincera en absoluto. Y alguien que te
pregunta algo tan personal, como lo es preguntarle a un artista
acerca de su trabajo, merece al menos sinceridad.
Primero habría que
entender bien la pregunta. Consta de dos partes. Trucos y sabes. Son
las palabras clave. ¿Cuántos? esa es la pregunta, cuya
respuesta lógica sería un número o algo
referente a una cantidad, pero esa respuesta es imposible porque las
palabras “trucos” y “sabes” no permiten llegar a una
cantidad.
Sabes: Esta es la otra
palabra clave. Saber, conocer... Yo jamás le preguntaría
a un matemático cuantos problemas ha resuelto o cuantos
conoce. Porque la respuesta sería la misma que la que te puede
dar un ilusionista. Demasiados, tantos como es posible imaginar. Hay
que entender que la vida de un artista es el arte al que representa.
Un juego de magia en cierto modo se parece a un problema matemático,
hay una idea que se plantea, y muchos, muchísimos caminos para
conseguir llegar a ella.
Si me preguntas cuántos
juegos tengo en mi repertorio, cuántos han pasado la prueba de
fuego y los hago ante público, pues no lo sé, puede que
cincuenta, tal vez cien. Si me preguntas cuantos juegos de los que
hago representan mi forma de ver la magia. Tal vez tres. Si me
preguntas cuántos juegos conozco... eso es muy confuso.
Conocer profundamente muy pocos, conocer de vista demasiados, entre
juegos leídos, versiones de esos juegos, versiones de
versiones de ellos, juegos vistos, practicados, imaginados, ideas y
pajas mentales que se quedaron por el camino... sencillamente
demasiados.
Por eso que entendiendo la
pregunta, no puedo responder simplemente. ¡No sé,
muchos!
Tampoco aburrir con una
disertación oral sobre el tema, pero alguien que hace una
pregunta tan íntima a un artista, merece sinceridad. Al menos
saber que truco es una palabra fea, y saber que la magia es la vida y
pasión del mago, y que los juegos son para él como las
palabras para un escritor, hay que indagar mucho en ellas para
encontrar las adecuadas. En el caso de la magia, hay que profundizar
mucho para hacer una magia personalizada y por el camino se aprenden
infinidad de “palabras”.
XulioML
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